Los antihistamínicos modernos son más seguros para la conducción

Antihistamínicos H1 de segunda generación

Preguntas frecuentes: Fiebre del heno¿Cuáles son los síntomas de la fiebre del heno? La fiebre del heno suele afectar a los ojos, la nariz y la garganta. Los ojos pueden picar y enrojecerse. La mucosa nasal tiende a hincharse, lo que obstruye la nariz y provoca estornudos y lagrimeo. La garganta puede picar. Ocasionalmente también puede sufrir dolor de cabeza, dolor de oídos, cansancio o dolores sinusales. En raras ocasiones, con un recuento de polen muy elevado, pueden desencadenarse sibilancias asmáticas, disnea y tos.

¿Por qué tengo fiebre del heno? La fiebre del heno es el resultado del contacto del polen con las vías respiratorias superiores. En algunas personas con un sistema inmunitario muy sensible, esto desencadena una reacción alérgica en las vías respiratorias superiores que provoca irritación en los ojos, la nariz y la garganta. Los distintos pólenes se liberan en épocas del año ligeramente diferentes, por lo que los síntomas de algunas personas empiezan antes que los de otras; por ejemplo, los árboles pueden empezar a liberar polen a partir de marzo. El polen de gramíneas se libera entre mayo y julio, pero algunos pólenes pueden seguir liberándose en septiembre.

¿Qué ocurre si los tratamientos no funcionan? Algunas personas sufren síntomas tan graves de fiebre del heno que los tratamientos habituales no consiguen controlarla. En raras circunstancias, o para un acontecimiento especial como una boda, el médico puede recetar un tratamiento breve con corticoides para controlarla. Los corticoides utilizados con frecuencia pueden tener efectos secundarios importantes, por lo que sólo deben utilizarse como último recurso. Otro tratamiento poco frecuente es la inyección de corticoides (véase más abajo). La inyección contra la fiebre del heno es otra forma de utilizar esteroides para frenar la reacción inmunitaria hiperactiva al polen y la inflamación. Se trata de un esteroide de liberación lenta (Triamcinolona/Kenalog) que se inyecta en un músculo de la nalga. Puede ser muy eficaz. Sin embargo, el uso de esteroides de este tipo tiene muchos efectos secundarios a largo plazo que deben sopesarse cuidadosamente con los beneficios. Por lo general, no se recomienda. Algunas clínicas privadas ofrecen inyecciones para la fiebre del heno.

Antihistamínicos más seguros

Declaración de posición del CSACI: Los antihistamínicos H1 de nueva generación son más seguros que los de primera generación y deberían ser los antihistamínicos de primera línea para el tratamiento de la rinitis alérgica y la urticaria.

Declaración del CSACI: Los antihistamínicos H1 de nueva generación son más seguros que los de primera generación y deberían ser los antihistamínicos de primera línea para el tratamiento de la rinitis alérgica y la urticaria.

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Antihistamínicos H1 de primera generación

Aunque la mayoría de los medicamentos no afectarán a su capacidad para conducir, algunos medicamentos con y sin receta (también denominados de venta libre u OTC) pueden tener efectos secundarios y provocar reacciones que pueden hacer que no sea seguro conducir. Los efectos secundarios pueden ser:

Algunos medicamentos pueden afectar a la conducción durante un breve periodo de tiempo después de tomarlos. En otros, los efectos pueden durar varias horas, e incluso el día siguiente. Algunos medicamentos advierten de la necesidad de no manejar maquinaria pesada, lo que incluye la conducción de automóviles.

Las personas con insomnio tienen problemas para conciliar el sueño o permanecer dormidas. Muchas toman medicamentos para conciliar el sueño. Sin embargo, por la mañana, algunos somníferos pueden reducir su capacidad para realizar actividades en las que debe estar totalmente alerta, como conducir.

Para los alérgicos, los medicamentos que contienen antihistamínicos pueden ayudar a aliviar muchos tipos de alergias, incluida la fiebre del heno. Pero estos medicamentos pueden interferir con la conducción y el manejo de maquinaria pesada (incluida la conducción de automóviles). Los antihistamínicos pueden ralentizar el tiempo de reacción, dificultar la concentración o la claridad de pensamiento y provocar una ligera confusión aunque no se sienta somnoliento.

¿Qué drogas pueden afectar a la conducción?

La histamina es una pequeña molécula con carga positiva derivada del aminoácido histidina, originada por el cornezuelo del centeno, la putrefacción fúngica de las proteínas del centeno (Fig. 1). Fue identificada como biológicamente activa por uno de los padres fundadores de la farmacología británica, Henry Dale: trabajando con Patrick Laidlaw en los laboratorios de Sir Henry Wellcome en Londres, describieron todas sus acciones principales, excepto la de estimular la secreción de ácido gástrico (Dale Reference Dale and Laidlaw1910). De forma muy clarividente, compararon su efecto en la disminución de la presión sanguínea con el del “shock” anafiláctico. Se sospechaba que la histamina se liberaba en las afecciones alérgicas: urticaria, fiebre del heno, broncoespasmo y anafilaxia. Y los fármacos que antagonizaran la histamina tenían un potencial terapéutico evidente.