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Los semáforos, señales de tráfico o semáforos -conocidos también como robots en Sudáfrica[1][2]- son dispositivos de señalización colocados en intersecciones de carreteras, pasos de peatones y otros lugares con el fin de controlar los flujos de tráfico[3].
Los semáforos constan normalmente de tres señales, que transmiten información significativa a conductores y ciclistas mediante colores y símbolos que incluyen flechas y bicicletas. Los colores habituales de los semáforos son el rojo, el ámbar (también conocido como amarillo) y el verde, dispuestos vertical u horizontalmente en ese orden. Aunque se trata de una norma internacional,[4] existen variaciones a escala nacional y local en cuanto a las secuencias y leyes de los semáforos[5].
El método se introdujo por primera vez en diciembre de 1868 en la Plaza del Parlamento de Londres para reducir la necesidad de que los agentes de policía controlaran el tráfico[6]. Desde entonces, la electricidad y el control informatizado han hecho avanzar la tecnología de los semáforos y han aumentado la capacidad de las intersecciones[7]. El sistema también se utiliza para otros fines, por ejemplo, para controlar los movimientos de los peatones, el control de carriles variables (como los sistemas de flujo de mareas o las autopistas inteligentes) y los pasos a nivel ferroviarios.
¿Quién controla los semáforos?
¿Quiénes son las personas que operan y mantienen el sistema de señales de tráfico? Los describimos como tres tipos de personas: ingenieros de señales de tráfico, operadores de señales de tráfico y técnicos de señales de tráfico. Los ingenieros de señales de tráfico son responsables del diseño y la construcción de los semáforos.
¿Qué impacto tuvieron los semáforos?
En 1930, todas las grandes ciudades estadounidenses y muchos pueblos pequeños tenían al menos un semáforo eléctrico, y la innovación se extendía por todo el mundo. El sencillo dispositivo controló las calles; las tasas de mortalidad de los vehículos de motor en Estados Unidos se redujeron en más de un 50% entre 1914 y 1930.
Las indicaciones de estos semáforos ¿a qué usuarios afectan
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El Protocolo del Semáforo (TLP) se creó para facilitar un mayor intercambio de información. El TLP es un conjunto de designaciones utilizadas para garantizar que la información sensible se comparte con la audiencia adecuada. Emplea cinco opciones de marcado oficiales para indicar los límites de compartición que se espera que apliquen los destinatarios. TLP sólo tiene cinco opciones de marcado; cualquier designación que no figure en esta norma no será considerada válida por FIRST.
TLP proporciona un esquema sencillo e intuitivo para indicar cuándo y cómo puede compartirse información sensible, facilitando una colaboración más frecuente y eficaz. TLP no es un “marcado de control” ni un esquema de clasificación. TLP no fue diseñado para manejar términos de licencia, reglas de manipulación y cifrado, y restricciones sobre la acción o instrumentación de la información. Las etiquetas de TLP y sus definiciones no pretenden tener ningún efecto sobre la libertad de información o las leyes “sunshine” de ninguna jurisdicción.
TLP es distinto de la Regla de Chatham House (cuando una reunión, o parte de ella, se celebra bajo la Regla de Chatham House, los participantes son libres de utilizar la información recibida, pero no se puede revelar ni la identidad ni la afiliación del orador u oradores, ni la de ningún otro participante), pero puede utilizarse conjuntamente si los participantes en un intercambio de información lo consideran oportuno.
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2022
La mayor parte del tiempo, los semáforos son un factor pasivo en nuestras vidas. Al igual que ocurre con la conducción en general, la gente suele aprender las pautas, velocidades, señales y comportamiento general del tráfico y éste se convierte en una parte natural de sus desplazamientos habituales por la ciudad. Por eso es raro que la gente se pregunte cuál es realmente la finalidad de los semáforos.
En muchos sentidos, la finalidad es obvia. Los semáforos existen para controlar el flujo de tráfico de una forma u otra. El propósito extendido, entonces, es aumentar la seguridad, gestionar el tráfico y los tiempos de viaje, y proporcionar dirección a los conductores. Si está familiarizado con la conducción, es probable que conozca las funciones básicas de memoria.
Pero, ¿qué hay de la finalidad ampliada de los semáforos? Todos sabemos que una señal de stop significa detenerse, lo que suele indicar una intersección o un paso que permite el paso de otros conductores o peatones, pero ¿por qué se colocan las señales de stop donde se colocan? ¿Existe una ciencia para decidir cuántas paradas requiere cada barrio o intersección?
Las indicaciones de estos semáforos ¿a qué usuarios afectan
2021
La división de Mantenimiento de Calles de la Ciudad mantiene las señales de tráfico y la señalización de las calles. Los semáforos están diseñados, construidos y operados para permitir el movimiento seguro de vehículos y peatones a través de lugares muy transitados o peligrosos. Casi todos los semáforos en Gardner son activados por bucles de detección dentro del pavimento. Los bucles de detectar la presencia de un vehículo y notificar a la señal de que un coche está en la intersección. Muchas de las señales a lo largo de las calles principales tienen patrones de tiempo que cambian a lo largo del día y en diferentes días de la semana para proporcionar un flujo de tráfico óptimo. A veces surgen problemas debido a fallos en los componentes electrónicos de las señales, fluctuaciones de energía, quemaduras o daños en las bombillas. Los problemas más comunes son que la luz roja, verde o amarilla esté apagada, parpadee o se atasque.
Soy Álvaro López, un apasionado mecánico con más de 20 años de experiencia en el mundo de los coches. Mi padre me enseñó su devoción por los coches y yo lo he llevado al extremo. Me dedico a compartir mi experiencia y conocimientos en mis sitios web, con los demás amantes de los coches y los conductores nóveles.